La foto AMANECER está sacada de Molí del Canyer
Esta semana desde Molí del Canyer, Inma, nuestra anfitriona, nos propone escribir sobre amaneceres y me ha venido a la memoria un amanecer que hace algunos años vivió una amiga, y que voy a intentar contaros en 350 (+1/intratítulo) palabras.
Había estado todo el día y toda la noche estudiando para el examen y el cuerpo no le daba ya para más así que dejó el libro y los apuntes de sociología sobre la mesa y se fue a dormir. Como de costumbre había dejado para los últimos días la preparación del examen y por eso ahora le tocaba encerrarse en su habitación, hincar los codos y confiar en que su memoria e intuición la sacaran una vez mas del aprieto. Ciertamente le gustaba procrastinar pero esta prueba final tampoco le parecía tan imposible; la materia era interesante y el profesor, Julio Iglesias Ussel, había hecho bien su trabajo por lo que solo tenía que leer, esquematizar y memorizar lo que en principio tenía ya medio asimilado. Y en eso estaba ella pero su cuerpo no, así que se echó a la cama con un “¡ésta es la última vez que me pasa!”, dispuesta a cerrar los ojos y abandonarse al dulce sueño, cuando de pronto, tumbada boca arriba como el famoso escarabajo pero sin tiempo para metamorfosis, sintió una fuerza poderosa e irresistible que comenzó a atraerla como un imán desde el otro lado de la ventana. Su cuerpo entonces comenzó a desdoblarse y la parte sentida como silueta incorpórea se despegó levantándose de la cama sin que la otra parte pudiera impedírselo, atravesó la ventana y salió afuera revoloteando hacia el cielo. Lo primero que sintió fue el viento y el frescor de la madrugada ondear por el vacío de su rostro que se llenó de júbilo al ver separarse al fondo la oscuridad de la luz en un juego de fuego, rosas y silencio …
AMANECÍA
En medio de la alegría y el pasmo, la fuerza que la llevó hasta allí, situada a unos dos metros de ella, giró lo que parecía ser su cabeza y la miró. Tenía los ojos rasgados de luz y sonreía con una boca indefinible. Entonces Zoé, temerosa, puso toda su voluntad para regresar y no le fue fácil pero lo consiguió. Exhausta se dejó caer en su cuerpo y por fortuna, asombrosamente, despertó.
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Ya sabéis todos los relatos de esta semana los encontraréis aquí: Molí del Canyer
Que mágico relato nos has dejado y me encanto ese desdoblamiento es como hacer un viaje astral para poder viajar y ver el amanecer allá donde nuestra mente quiera viajar. La fantasía a veces se puede hacer realidad o al menos eso quiero pensar. Un fuerte abrazo y un bonito dia.
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Estoy totalmente de acuerdo contigo, Campirela, el poder de la fantasía y el también el de los sueños nos ayudan a realizar cosas increíbles. Muchas gracias : – ))) y feliz fin de semana. Besos
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Es lo que tienen las obligaciones. Se apoderan de nuestros cuerpos. Casi nos aniquilan las emociones. Nos trastocan los ideales y los sueños. Pero, como en todo y por suerte, existe algo » ahí , afuera» ; un imán que nos recuerda que no todo es pensar, sino, – simplemente, de vez en cuando-, dejarse llevar.
Un beso enorme y feliz día.
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Tienes razón, Berta, las obligaciones pueden llegar a ser cárceles sin cerradura menos mal que el espíritu es libre y si quiere se deja llevar. Muchas gracias por pasarte : -))) Un abrazo grande y feliz fin de semana.
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Pues , en principio, me parecía una especie de viaje astral, pero al final, al castarle retornar, me ha parecido un viaje de esos con túnel. Espero que no, aunque ya pasó… Tu amiga sabrá
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Si te digo la verdad, Gabiliante, solo relato lo que mi amiga me contó pero ahora que lo dices es verdad que no queda claro qué tipo de viaje hizo pero no creo que ni ella lo sepa ; -))) Un abrazo y feliz finde
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Hay que darse el tiempo de disfrutar lo que nos rodea, lo que nos envuelve. A veces una sacudida como la que le sucedió a tu protagonista nos redirige
Buen relato
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Vivir el momento, disfrutar, …, estoy totalmente de acuerdo contigo : -))) Muchas gracias por visitarme, Mujer de Negro, me alegra que te haya gustado. Feliz fin de semana, besos.
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Un relato marcado por la magia del descubrimiento. Vaya con el poder de metamorfosearse de tu amiga! Jeje. Un abrazo
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Aquí entre nosotras, es que mi amiga está como una cabra y le pasan unas cosas ; -))) Feliz fin de semana Mónica, besos
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¡Qué experiencia más particular le ocurrió a tu amiga! Me ha dejado con la boca abierta al final.
Un besazo juevero, Esther
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Sí la verdad es que un poco extraño lo que pasó, lo más seguro que fuera el cansancio extremo lo que le provocó todo. Muchas gracias Dafne : -))) Un abrazo grande, y que tengas un lindo fin de semana.
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Me gusta mucho lo preciso y bien narrado que está. Hasta parece que lo hayas vivido tú.
Muy atractiva tu participación.
Un besote ;)
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Me alegra que te guste, Volarela, muchas gracias : -))) y claro, me he tenido que poner en el lugar de mi amiga Zoé para contarlo … Besos, y feliz fin de semana
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Una experiencia casi de desboblamiento, muy bueno tu texto
Un abrazo
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