Imagen sacada de MOLÍ DEL CANYER
Este primer jueves de otoño, desde su MOLÍ DEL CANYER, Inma nos propone un tema muy acorde con la estación que hoy comienza, pero nos invita a ir más allá, a escribir sobre esta estación como «camino que nos lleva al invierno de la vida«.
Participo con una pequeña reflexión sobre este tema, que escribí a la vuelta de un paseo por el bosque, el año pasado por estas fechas, 226 palabras.
Los textos participantes, relatos y poemas, los encontraréis haciendo clic aquí.
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Hoy he vuelto a lo más profundo del bosque, allí donde el otoño amontona todas sus hojas, hojas amarillas, rojas, naranjas y marrones, masas de hojas caídas como grandes pétalos de flores oscuras, cubriendo y borrando los pasos …
-el sendero de la vida, de rosas y risas, de hojas espinas-
Algunas, ya en descomposición, vuelven a ser pasión fertilizante, como en el corazón: la lombriz, la sangre, la alegría. Otras, en cambio, en el ocaso del tiempo, bañadas de luz y de fuego, aún se aferran con hierro al canto festivo de la savia que circula ascendente de la raíz a las yemas. Pero ya no precisarán ni el aullido, ni la mano del viento, salvaje …
-gira, deseo, gira-
Con el pulso de los días, hasta la más tenaz se abandona y sucumbe, dócil entonces, al arrullo de una brisa afable …
-es su afán un tierno beso, un suspiro, una sombra de luz que se quiebra-
Cae por fin la última hoja
en un vals celestial
-cuerpo contra cuerpo-
vida que vuelve amorosa
a su origen.
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Este verano muchos árboles para sobrevivir la sequía parece que se han visto en la necesidad de dejar caer sus hojas mucho antes de lo que hubiera sido el tiempo de hacerlo, el otoño. La muerte es algo cotidiano pero envejecer es un un privilegio.
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Las hermanas de Suzette 
Un paseo de tu mano por ese bosque que dentro de poco se convertirá en una alfombra de hojas, de muchos colores , mejor dicho toda una gama de ocres, marrones y verdes.
Precioso como lo has relatado y cierto envejecer es un privilegio. Un abrazote grande y feliz estación. makkk.
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Muchas gracias Campirela :-))) Ayer volví a casa por el bosque y aquí algunos caminos ya están cubiertos de hojas; de la noche a la mañana se nos metió el otoño y ya no hay quien lo pare. Feliz estación para ti también, un besazo, preciosa.
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«La muerte es algo cotidiano pero envejecer es un un privilegio.»
WOW
Vaya frase con la que terminar el relato, Esther. ¡Me encantó! Espero que disfrutases mucho de tu paseo otoñal.
Un besazo
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Mil gracias Dafne, sí, el bosque me gusta da igual la estación que sea pero ciertamente el otoño es … (ay! si no fuera por la primavera) en fin, que el otoño me encanta y el bosque en esta estación está precioso.
Un abrazo grande, disfruta tú tb de la estación, bueno, no sé en dónde estás así que tu estación tb pudiera ser primavera ;)))
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magnifica y elaborada entrada, la comparación con los árboles esa metáfora de vida es perfecta Un abrazo
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Muchas gracias Rodolfo, lindo que te haya gustado.
Besos
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Gozo cada otoño pisar esos sentimientos, verlos crujir bajo mis pasos. Cada celestial quiebre de molienda, despierta nuevas vidas en mi. Cada otoño renuevo sabia olvidadiza y ese crujir libera mi vida dando nuevos brios de esperanza…. Espero ansioso la primavera para ver el resultado de mis pasos, ya brotan los frutales arboles que algún día, pise sin miramientos.
Completado el ciclo, vuelvo a nacer entre las cenizas, quizás mas cansado y con algunos otros dolores, hasta que un dia llegue el verdadero invierno a borrar mis pasos.
Gustab
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Gustab, a mí me ocurre lo mismo, eres para mí un espejo ;))) vivo continuamente esos ciclos, según el tiempo de mi ser y la vida con todos sus más y sus menos, a días, momentos, en los que me parece maravillosa.
Un abrazo grande y mucho goce con la primavera!!!
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Una preciosa alegoría sobre el paso del tiempo y la belleza en cada etapa de la vida. Un abrazo
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Muchísimas Gracias, Neo, qué bueno que te haya gustado, me alegra.
Un abrazo grande y feliz primavera ;-)))
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Delicado texto donde nos muestras el transcurrir del tiempo, me gustó leerte.
Besos
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Alegría de que te gustara, San, y mil gracias por leerme.
Un abrazo grande!!!
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Bo ito y sentido homenaje al mundo vegetal, objetivamente mas necesario que el snimal y que descuidamos excepto cuando hay incendoos ; entonces nos escandalizsmos hasta el año que viene.
BesossEsther
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Ay, Gabi, no me lo recuerdes, o sí, mejor no lo olvidemos, qué triste es ver cada año tanto bosque quemado, tanto bosque perdido. A veces cuando se me viene a la cabeza volver a mi tierra, siempre pienso que allí me metería en algún grupo ecologista y dedicaría mi tiempo libre a limpiar o conservar veredas y caminos para los senderistas, plantar, repoblar el bosque, … y qué me dices de lo que están haciendo con Doñana, se ha secado y no es solo por la sequía, los desaprensivos con sus pozos ilegales han puesto no un granito sino su montaña de arena …
Un abrazo grande Gabiliante, que tengas una buena semana.
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Un relato precioso a la naturaleza y además con versos, me ha encantado eso que has dicho que cae la última hoja en un vals celestial.
Todo va envejeciendo, es el proceso de la vida. Algo natural.
Precioso este texto Esther, perdona no haya podido venir antes, estoy sin tiempo.
Que tengas un feliz mes de Octubre.
Besos.
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Mil gracias, María, nada que perdonar, ven cuando tengas tiempo, cuando quieras, te estaré siempre agradecida. A mí tb me pasa que no siempre puedo leer y comentar a finales de semana. Me alegra muchísimo que te gustara.
Un beso grandote, que tengas una feliz semana.
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